¿Es verdad que los polos magnéticos de la tierra están cambiando? (Entrevista al científico a Gregg Braden)
Gregg Braden es hoy uno de los escritores que mejor han logrado combinar la ciencia y la espiritualidad. Conocido principalmente por libros como “El poder de la profecía” o “La matriz divina“, Braden explora en su trabajo cómo antiguas tradiciones y nuevos descubrimientos científicos van inequívocamente encaminados hacia un mismo destino…
Gregg Braden trabajó como experto en geología computacional durante años para compañías como Phillips Petroleum o Cisco Systems, desarrollando una sólida carrera como científico y experto en informática. Pero llegó un momento que se dio cuenta que había profecías que la ciencia estaba empezando a confirmar poco a poco en nuestros días… como las relativas a la inversión polar.
Como comprobaréis en la extensa entrevista que os presento.
Hoy más que nunca, lo que tengamos dentro de nosotros es lo que nos encontraremos fuera. Si logramos tener un interior armonioso, si encontramos el amor que siempre está al fondo del armario, lograremos encontrar los buenos sentimientos también de los demás. Y nos daremos cuenta de que no hay diferencia entre tú y yo
¿Es verdad que los polos magnéticos de la tierra están ahora mismo en pleno proceso de cambio?
En realidad desde mayo-junio-julio de 2002 las publicaciones científicas dan por ampliamente conocido y aceptado por primera vez que estamos en un proceso de inversión polar.
En los años 60 los geólogos estaban seguros de que la tierra atravesaba por una inversión así periódicamente. Lo sabían por muestras subterráneas, de hielo y fósiles, así como por las partículas magnetizadas que quedaban encerradas en ciertas posiciones en el interior de las rocas terrestres.
Los geólogos estaban tan seguros de ese fenómeno que de hecho tenían mapeados los últimos cuatro millones y medio de años, y los registros resultantes sugerían que la tierra había pasado por catorce de dichas inversiones de los polos.
En aquella época, 1961 y 1962, los científicos pensaban que la última inversión polar se produjo hacia la época de la última glaciación, hace de diez a doce mil años. También estaban seguros de que iba a volver a suceder, pero no antes de varios milenios, por lo que no había nada de lo que preocuparse.
Pero en los años 90 los geólogos se pusieron a perfeccionar este tipo de información. Se había estado diciendo que faltaban miles de años para que esto volviese a suceder. Empezaron diciendo aquello de: “Bueno, puede pasar pero dentro de unos milenios”.
Pero ahora hay evidencia reciente que procede de muestras de hielo antártico y de Groenlandia que demuestra que eso podría volver a suceder tan pronto como en una década.
Ahora sabemos que en la actualidad los polos se están moviendo. Lo estamos viviendo ahora mismo. No sabemos con exactitud el significado de esto porque, aunque haya pasado catorce veces en los últimos cuatro millones y medio de años, nunca había sucedido con más de seis mil millones de personas viviendo en la tierra.
¿Estás diciendo que es de conocimiento generalizado?
Es de común conocimiento entre las personas que deben saber estas cosas. Por ejemplo, los reglamentos de la Fuerza Aérea Americana dicen que, cuando los polos se mueven entre cinco y ocho grados, las pistas de los aeropuertos deben ser vueltas a numerar para hacer que las cifras se correspondan con los rumbos magnéticos que están viendo los pilotos.
El primer aeropuerto de los Estados Unidos en cumplir esta norma fue Minneapolis/St. Paul, en el que se invirtieron del orden de ochenta y cinco mil dólares para renumerar y adecuar las cabeceras de las pistas.
Pero lo que sucedió en el contexto temporal de mayo-junio-julio de 2002 es que revistas como Nature, Science, Scientific American y New Scientist publicaron artículos en los que se afirmaba que definitivamente nos encontramos en un proceso de inversión magnética, y las notas de agencia de Associated Press lo recogieron.
Los científicos no tienen idea acerca de cuál va a ser el impacto de esto en las rejillas de fuerza electrónicas y electromagnéticas. Es más, no saben lo que supondrá para el sistema inmunológico humano. Ciertas modalidades alternativas de sanación han demostrado la conexión entre el sistema inmunológico y el magnetismo, lo cual también podría llevar aparejado que nuestros sistemas inmunológicos muy bien podrían estar sintonizados con los campos magnéticos de la tierra.
Sabemos que las aves y los animales migran siguiendo las líneas esos campos magnéticos. De ahí que se especule con que los cambios que se están produciendo en esos campos magnéticos sean los responsables del cambio en los patrones migratorios de las aves que se han registrado en Asia y en Norteamérica.
El cambio en los campos también podría explicar por qué las ballenas se están varando. Las líneas de navegación que siguieron las ballenas siempre han cambiado yahora las conducen a la playa. Cuando las devolvemos al mar y las liberamos, ellas vuelven a alinearse con las mismas líneas magnéticas y, al seguirlas, vuelven a terminar en la playa.
Por lo tanto sí, es de conocimiento generalizado. Las revistas científicas más respetadas dicen que ya estamos en este cambio. Y aunque no sepamos con precisión lo que esto supone, es significativo que esté siendo algo reconocido por esa clase de literatura contrastada y no sólo por revistas especulativas o seudo científicas.
¿Cuándo se reconoció por primera vez este cambio magnético?
Debe haber sido hacia junio o julio de 2002. La gente me envió correos avisando de que lo habían visto y dándome las referencias. También yo mismo encontré referencias en las revistas.
¿Sobreviviremos a una inversión polar completa?
Cualquier respuesta a esa pregunta necesariamente pertenece al reino de la especulación, porque en la historia de los registros humanos tradicionales nunca ha sucedido.
Por otro lado, hay tradiciones nativas y antiguas tradiciones bíblicas hebreas que sugieren que puede haberse producido un cambio magnético más recientemente que durante la última glaciación. Eso fue hace 10.000 o 12.000 años, pero dichas tradiciones sugieren que el último cambio puede haber pasado tan recientemente como hace sólo 3.600 años.
Las legendas nativas hablan de un día hace 3.600 años cuando el sol salió por el oeste como siempre lo había hecho, permaneciendo en el cielo más de un día entero para ponerse después por el este, pero al día siguiente salió por el este y se puso por el oeste, como lo hace hoy en día.
Las tradiciones hebreas también cuentan este suceso, añadiendo que sucedió durante una batalla. Los antiguos hebreos lo tomaron como una señal de que uno de los bandos recibió ayuda celestial porque estuvo en la luz lo suficiente para completar la batalla a su favor.
No podemos verificar esto por las rocas o los registros fósiles porque 3.600 años es un periodo de tiempo demasiado corto para que tal acontecimiento se refleje en ellos. Lo único que tenemos son tradiciones, leyendas y mitos preservados en documentos escritos y orales.
Sin embargo, lo que nos cuenta la tradición es que, si fuese a pasar algo así, la gente de la tierra sobreviviría a ello. Se viviría un día realmente extraño pero, si las antiguas leyendas son ciertas, aquello pasó y la gente aparentemente sobrevivió. Pero no sabemos cómo afectó esto a sus vidas.
Entonces es posible asumir que nuestra memoria está conectada de alguna manera con este campo magnético
Eso creo. Lo creo debido a los extraños relatos de los astronautas que salieron de la tierra y viajaron al espacio durante el Programa Apolo.
Al abandonar la atmósfera de la tierra y orbitar el planeta a muchas millas de su superficie, los efectos del magnetismo terrestre sobre ellos eran insignificantes. Y los astronautas empezaron a tener experiencias para las que no estaban preparados ni habían sido entrenados, experiencias completamente inesperadas.
Cuando estaban en el espacio y contemplaban la tierra, empezaban a tener sentimientos y percepciones, despertares y sensaciones que nunca tuvieron cuando estaban en ella. Esto significó algo diferente para cada uno de ellos.
De manera muy similar, amigos míos que estuvieron en Vietnam volvieron completamente cambiados. Aquello cambió a todos. Para algunos de ellos, el cambio fue tan doloroso que nunca pudieron ni siquiera hablar de ello pero, para las vidas de otros, ese cambio fue un catalizador y hablan incesantemente de ello.
Y creo que ahora ha habido un programa especial del Public Broadcasting Service que documenta este mismo fenómeno con los astronautas, que nunca volvieron a ser los mismos después. Cuando regresaron, algunos no sabían qué pensar de su experiencia en el espacio exterior.
Algunos cayeron en el alcohol y las drogas. Otros canalizaron el cambio que se produjo en ellos mediante proyectos muy positivos que afianzaron sus vidas.
Uno de los de este último grupo fue el Dr. Edgar Mitchell, que fundó la Noetic Sciences Organization (Organización de Ciencias Noéticas) en un esfuerzo por corroborar el fenómeno de la conciencia humana. Otro astronauta emprendió la búsqueda del Arca de Noé y terminó encontrándola metida en el hielo del Monte Ararat, exactamente donde la Biblia dijo que estaría.
Entonces ¿esto no es ni bueno ni malo?
Exacto. Sencillamente es una oportunidad para el cambio. Al mismo tiempo, las curvas de mayor nivel de magnetismo de todas las del planeta tierra han estado tradicionalmente sobre partes de la antigua Unión Soviética, Rusia y Siberia.
Sabemos que en esa parte del mundo ha estado emplazado un sistema estacionario y que, cuando ha sobrevenido algún cambio, éste ha sido lento y doloroso, de largo plazo y se ha producido con mucho sufrimiento. Pero cuando ha sucedido, ha producido un efecto cascada, ha sido casi de la noche a la mañana.
Por tanto, las correlaciones entre la conciencia humana, las oportunidades para la innovación, para el cambio, para hacer las cosas de una manera nueva, y el magnetismo de nuestro mundo, son muy interesantes. La Tierra tiene muchas regiones de alto y bajo potencial de cambio.
Cuál es la mejor manera que tienen de afrontar los cambios que se están produciendo en nuestro mundo en su conjunto.
Seré tan conciso como pueda. Creo que la respuesta a eso quizás está mejor encriptada en las palabras quienes nos precedieron, los antiguos Esenios, en un texto que tiene más de 2.500 años.
Nos recuerda nuestra relación con el mundo que nos rodea, y simplemente dice que nuestro mundo no es nada más ni nada menos que un espejo de aquello en lo que nos hemos convertido en nuestro interior. Por lo tanto, cuando contemplamos desde esa perspectiva un mundo que parece cruel, descerebrado y colérico, que produce sufrimiento a nuestras hermanas y hermanos de todo el planeta, ese mundo es un espejo de aquello en lo que nos hemos convertido como individuos, familias, sociedades y naciones.
No es bueno ni malo, ni correcto o incorrecto. Simplemente es un reflejo de quienes somos. La condición del planeta es un mecanismo de retroalimentación.
Entonces, si queremos ver cambios en nuestro mundo, debemos convertirnos en ese cambio en nuestras vidas cotidianas. Si queremos ver paz, tolerancia, entendimiento, compasión y perdón a nivel global, debemos convertirnos en eso. En la mesa de la cena. Con nuestras familias. Debemos convertirnos en eso en nuestras escuelas.
Debemos pedir que se nos entretenga mediante la paz, la compasión y la comprensión. Eso no tiene por qué ser tedioso o aburrido. Puede seguir siendo emocionante, pero no tiene por qué ser brutal, descerebrado, cruel o despiadado.
En nuestras vidas diarias, a cada momento de cada día, hacemos la elección que niega o afirma la vida en nuestros cuerpos. Porque estamos vinculados mediante esa rejilla. Todas nuestras elecciones individuales quedan depositadas en esa respuesta colectiva a nuestro futuro.
Si queremos ver un cambio colectivo, tenemos que convertirnos en ese cambio individualmente.
Tenemos esta fecha de 2012 en la que mucha gente está diciendo que es el momento del cambio global o Ascensión. ¿Qué crees que va a pasar?
La fecha de 2012 es interesante porque aparece en las tradiciones mayas y egipcias, en algunas tradiciones cristianas e, incluso, en el código bíblico (que es, en sí mismo, algo muy controvertido).
Tengo la sensación de que esa fecha podría ser cualquier fecha. Si nos concentramos en una fecha y vivimos nuestras vidas preparándonos para el cambio en esa fecha, nos perdemos la vida.
Desde mi punto de vista basta con que nos limitemos sencillamente a vivir al máximo cada día, con que conciliemos las experiencias que se nos cruzan cada día en nuestro camino, con que aprovechemos las oportunidades de honrar la vida, de honrar nuestras relaciones mutuas.
Siendo honestos, dignos de confianza, considerados, cariñosos y compasivos, viviendo esto cada día, ya estamos preparados para cualquier cosa que posiblemente pueda venir en 2012 o cualquier otro día de otro año o en cualquier momento de nuestro futuro.
Conozco gente que están viviendo sus vidas guardando contenedores llenos de comida y municiones, preparándose para el día en el que nuestro mundo cambie. Lo entiendo, y creo que está bien ser autosuficiente. Entiendo lo que están expresando.
Pero lo que veo también es que dedican una parte demasiado grande de sus vidas a prepararse para ese día y se pierden la belleza y el misterio de la vida que se despliega cada día. ¡Percibir esa belleza y ese misterio es lo que nos prepara para los mayores desafíos!
Entonces básicamente, si lo que queremos es aprovechar este cambio con el mejor resultado positivo posible para nosotros, ¿la clave está en que vivamos cada día dando de nosotros el máximo amor y la mayor compasión?
Sí y, para que así sea, tenemos que vivir cada día de manera consciente. Ser conscientes de las oportunidades. Reconocer las oportunidades que nos salen al paso. Cada día se nos ofrece la oportunidad de ser tolerantes con otros sistemas de creencias, de perdonar a alguien que nos haya herido o enojado, de enmendar nuestros juicios acerca de lo que debería o no debería pasar en nuestro mundo.
Si podemos conciliar todas esas cosas cuando se nos cruzan y manejarlas conscientemente en ese momento, sabiendo que al cambiar la manera en que nos sentimos cambiamos la química de nuestro cuerpo, estaremos preparados para cualquier transición que la tierra vaya a atravesar.