En cada respiración ustedes repiten Soham “Él soy yo”, y no sólo ustedes, sino todo ser vivo en la creación.
Cuando observen su respiración y mediten en esa gran verdad, Él soy yo, lentamente ambos se fundirán, y para siempre desaparecerá la dualidad.
Soham se habrá transformado en Om… que los Vedas proclaman como el símbolo del Absoluto Universal.
Ese Om es la propia forma, la realidad detrás de toda esta “irrealidad relativa”.
El hombre inhala y exhala aire 21.600 veces por día .
Al inhalar se produce el sonido “So”. Al exhalar, se produce el sonido “Ham”.
Juntos, forman el término “So-ham”, que significa “Él es yo”, proclamando la divinidad inherente del hombre.
Dios ha de ser reconocido en el proceso de la inhalación y la exhalación.
El cosmos está lleno de vibraciones sonoras.
El sonido es el medio para conocer la mayor parte de las cosas en el mundo.
El cosmos entero está saturado por ondas sonoras.
La creación misma se ha originado del sonido.
Cuando el hombre inhala aire, este sonido es el que emana de él en la forma de So-Ham, Ham-So.
Sathya Sai Baba
TÉCNICA MEDITACIÓN «NAMASMARANA SO-HAM»
Paso 1. Empieza por entrenar a tu cuerpo a quedarse cómodo y quieto en una postura sentado. Cuando la espina dorsal se mantiene erguida – con la pelvis, pecho, y cabeza alineados verticalmente – la respiración se suaviza y la mente puede mantenerse alerta pero relajada. Siéntate en una silla o en el piso con las piernas cruzadas, con un cojín o una manta doblada bajo la cadera. Usa suficiente soporte para levantar la cadera a un nivel un poco más alto que el de las rodillas. Así es más fácil evitar que la espalda baja se redondee.
Paso 2. Siente todo tu cuerpo cómodo y quieto, suelta cualquier tensión innecesaria y pon atención a los movimientos de tu respiración como entra y sale por la nariz. Afina tu conciencia y siente como tu respiración se vuelve cada vez más suave y más sutil, expandiéndose desde el abdomen, sube al plexo solar hasta las extremidades en la inhalación y regresando al plexo solar en la exhalación. Se consciente de la sensación de la respiración en todo el cuerpo.
Paso 3. Con las manos juntas a la altura del plexo solar, recita tres OM, sintonizando así con tu esencia.
Paso 4. Asegurándote de que tu cuerpo y tu respiración se mantienen relajados. Coloca la punta de tu lengua tocando los dientes del maxilar inferior y durante todo el ejercicio déjala en esa posición. Siente la lenta vibración de la respiración. Esta vibración es el mantra so’ham. Escucha el sonido “SO” en la inhalación, y el sonido “HAM” en la exhalación
Paso 5. Asegurándote de que tu cuerpo y tu respiración se mantienen relajados, con la punta de la lengua tocando los dientes del maxilar inferior, al mismo tiempo que recitas mentalmente “SO” con la inhalación y “HAM” con la exhalación, y en cada inhalación/exhalación, enfoca tu atención en ese punto sin sonido, el punto de inflexión entre “SO” a “HAM” y entre “HAM” a “SO”. La respiración es sutil y lenta, así que deja que tu concentración sea fina y sensible, volviéndose cada vez más enfocada y observando cada vez más profundamente ese punto de inflexión, donde la respiración realiza una pausa.
Descansa en esta consciencia tanto tiempo como quieras, y repite el paso 5 entre 10 a 30 minutos.
Paso 6. Como paso previo a la finalización de la práctica, lleva nuevamente las manos juntas al plexo solar y con la atención en ahí en el plexo solar, recita un OM y Shanty, Shanty, Shantyyyy.
Para finalizar la práctica, gradualmente regresa tu atención al fluir de la respiración en tu cuerpo, a la presencia física de tu cuerpo y al espacio a tu alrededor. Permanece consciente de la respiración y de tu conexión interna mientras sales de la postura.
SO - HAM por Sathya Sai Baba
Al nacer, ustedes exclaman “Koham”
Al morir, deberían terminar su vida con la afirmación “So-Ham” (Yo soy Él).
Cuando estén henchidos por el sentido del ego, siéntense en silencio en un rincón y observen lo que su aliento les está diciendo.
Está declarando: “So-Ham”.
So-Ham está compuesto por las dos palabras:
Sah (Él, es decir, Brahmán, el Absoluto) y Aham (“Yo”).
“Aham Brahmasmi” (Yo soy Brahmán, el Absoluto).
Si se medita constantemente en ello y esta conciencia crece en el interior, el Aham (“Yo”) dejará de ser una molestia.
“So-Ham” es el nombre con el que nacieron. Sólo eso es permanente. Ése es su verdadero Ser.
Cuando tomen conciencia del Ser, experimentarán Sat- Chit-Ananda. (Ser-conciencia-Felicidad)
El aliento repite Soham cada vez que respiran
Es el nombre dado a cada cual
Este es el nombre que les fue dado por Dios.
Es el nombre dado a cada cual, en el país, religión o comunidad a los cuales pertenezca.
Aquellos que captan este principio divino y actúan en consecuencia son verdaderamente bendecidos.
Pueden asistir a cualquier cantidad de reuniones y escuchar una cantidad de discursos, pero lo que deben saber al final es sólo una cosa y esa es el Ser, el Aham.
Armonicen el aliento y el pensamiento
Durante el sueño profundo, cuando los sentidos, el cerebro y la mente están inactivos y fuera de funcionamiento, Él y “yo” no se conocen como separados;
so (Él) y ham (yo) desaparecen ambos y el sonido soham se transforma en Om, indicando la fusión de lo externo con lo interno en una sola Verdad.
Antes de empezar su sesión de meditación canten Soham ;
inhalando “so” y espirando “ham”, inhalando por una nariz y espirando por la otra.
Soham significa “Él es yo”, los identifica con el infinito y expande su conciencia.
La sensación de relajación producida por esta recitación del Soham es una buena preparación para una provechosa sesión de meditación.
Por medio de este proceso, el aliento vital es controlado
“So…” (Él) es el sonido que surge cuando el aire es inhalado. “Aham…” (Yo soy) es el sonido que emana cuando el aire es exhalado.
El corazón proclama este mantra sagrado, en cada respiración.
Este Aham es Brahmán (el Absoluto).
Su proceso de respiración contiene el mantra que ustedes necesitan: “So-Ham”, “So-Ham”
Soham (Él soy yo; yo soy una chispa de esa gloria; yo soy divino).
“Dios es uno sin segundo” (Ekameva advitîyam Brahma).
El atribuirle varios nombres a Dios tales como Rama, Krishna, Govinda etcétera, no es sino su imaginación.
Aquello que no tiene nacimiento ni muerte es uno y sólo uno. No tiene comienzo ni fin.
Ese es Brahma. Por ende, cuando alguien pregunta, “¿Quién eres? ¿Cuál es tu nombre? respondan con “Aham Brahmasmi”, “Yo soy Brahman” (el Absoluto).
No hay nada real y eterno salvo Brahman.
Por ende, no desperdicien su tiempo en la persecución de cosas transitorias. ¿De qué sirve el adquirir tales objetos?
¿Soy yo este cuerpo o es este cuerpo sólo un vehículo que estoy usando? y a descubrir la respuesta:
No; yo no soy este cuerpo, no; yo soy el vidente, el testigo, el espectador.
Entonces la investigación empieza a sondear en la realidad del yo: ¿Koham? (¿Quién soy yo entonces?) y la respuesta se revela en la conciencia purificada: Soham (Él soy yo; yo soy una chispa de esa gloria; yo soy divino).