Cada día trae momentos, personas, lugares, así paso todo el tiempo del día abriendo regalo tras regalo.
Cada momento es otro de esos miles de regalos que vienen en el interior de este primer embalaje, y este día se convierte en pleno de gozo y gratitud que no deja de fluir, y de asombrarme.
Mis creencias y memorias filtran y por habito juzgan el contenido de estos regalos, algunos me producen tristeza, otros indiferencia, otros alegría, otros…. Pero todo esto es momentáneo. Comprendo que soy importante, que me valoran, que si recibo todos estos regalos este que se acuerdan de mi, que les importo, y finalmente siento que todos provienen de la intención del corazón, de las expectativas de mi propio corazón.
Y gracias a esta comprensión todos estos sentimientos no impiden que cada momento sea vivido con gozo y gratitud.
Con el tiempo me dedico a recibir los regalos, agradecerlos y gozar de el momento de la entrega, valorar la intención, y darme cuenta de lo importante que soy para todos.
El contenido ha dejado de importarme, el contenido por momentos me confundía y separaba de los momentos de gozo y gratitud. Ahora en mi corazón ya no hay expectativas, solo Gratitud.
Ahora ya solo me decido a recibir todos y cada uno de los regalos, con total gratitud y gozo, pidiendo que todos se den cuenta que lo importante es, el como se responde a las circunstancias, y no la circunstancia en si.
Carezco de tiempo para algo que no sea gozo y gratitud.
Gracias por tu regalo.
Samasta loka sukhino bhavantu
“que todos los seres de todos los mundos sean felices”