DIOS ESTA EN NOSOTROS

Domingo 4/Mayo/97

Como todos los días me encuentro meditando y a mi llegan estas sus palabras.

Yo estoy en tí, al igual que tu estas en Mí
Yo soy todo lo que tú eres
De la misma forma que tú eres todo lo que Yo Soy

…..Más tarde me encuentro corriendo bajo una persistente lluvia e intento comprender esas palabras y poco a poco a la mente comienzan a llegar respuestas.

-Si Dios está en mí, y dios lo es todo; lluvia, calor, frio, paz, guerra. Yo también soy cada una de esas cosas, por lo tanto yo soy lluvia y si soy lluvia, no me puedo sentir molesto por algo que yo mismo soy.

-Y pregunto; si Dios está absolutamente en todo, yo también soy polución, guerra, mal…… no lo comprendo.

-Cada uno es lo que desea ser; cuando ese deseo envuelve todo su ser, el deseo os acompaña. Si estáis en conflicto, la guerra estará en vosotros y en todo lo que os rodea. Si por el contrario estáis en paz, ella estará en vosotros y allá donde vayáis será vuestra compañera.

Comienzo a comprender y por eso Dios dice cultivar el amor, la paz, el desapego, los buenos actos, todo ello revestirá en nosotros y pasaremos a convertirnos en todo lo que cosechamos, de igual modo convertiremos todo lo que nos rodea.

Por el contrario, si cultivamos la hipocresía, la envía, las malas acciones, nos convertimos en personas disconformes, enfermos, faltos de visión.

Hoy corriendo, El Padre ha vuelto a hablarme a través del corazón, no lo había hecho desde que he vuelto de la India, una inmensa alegría me invadió, esta vez no saltaron las lágrimas de alegría. Me ha dicho que me encuentro en el buen camino, que continúe ese recorrido.

El Alma es como un espejo que refleja todo lo que en él es proyectado

10/julio/97

Conduciendo le doy vueltas a algo que he leído en el libro de Baba

 

Consideren siempre las faltas de otros, a pesar de ser enormes, como insignificantes y sin importancia. Consideren siempre las propias faltas, a pesar de ser insignificantes y sin importancia, como enormes, y sientan tristeza y arrepentimiento. Por estos medios evitan desarrollar faltas y defectos más grandes y adquieren las cualidades de hermandad y tolerancia

Me pregunto ¿Por qué tenemos que analizar tan solo nuestros errores y no darle importancia a los errores de los demás?

Él contesta; el Alma, el Testigo, Dios….. Lo eterno es como un espejo que refleja todo lo que en él es proyectado, a lo largo de las vidas se ensucia o se limpia, según los actos que se realicen, viéndose reflejados en la siguiente reencarnación. No se puede esperar que los frutos de vuestros actos tengan respuesta inmediata, para lo eterno no existe el tiempo; para que lo comprendáis, lo que vosotros consideráis un siglo, puede suponer un segundo. Para vosotros como Ilusión (Maya) en la que se encuentra residiendo como dador de vida Dios, (el Testigo) toda una vida de buenas acciones significa un momento para lo Eterno (Dios).

Continua… ¿cómo se puede limpiar el espejo si vosotros nos sois conscientes de su existencia?

Lo primero es saber que se encuentra ahí, en cada uno de vosotros y después con los pensamientos, palabras y actos diarios basados en la rectitud darle el máximo brillo.

Por eso, lo que os rodea es el resultado, el reflejo del trabajo realizado en una vida tras otra. Es imposible reflejar limpieza, nitidez, cuando el espejo se encuentra con la suciedad del polvo, y cuanta mayor es la suciedad, mayor el trabajo necesario para restaurar el brillo.

No busquéis las faltas en los demás, cuando ellas no son mas que las consecuencias de vosotros mismos.

Por eso nada importan los defectos, los errores de los demás; para poder ayudarles, primero tienes que buscar la rectitud en ti mismo, y una vez que logres y mantengas la limpieza, podrás, tendrás acceso a la limpieza de los demás.

Todo lo que os rodea es el resultado de ese reflejo, y de continuar ensuciando, llegara el momento en que el espejo (Alma), que siempre está ahí es eterno, seria tal la suciedad que imposibilitaría el reflejar absolutamente nada, e Ilusión (maya) desaparecería.

Por eso os digo, sed conscientes de que el Alma, Dios, está en vosotros y después dedicaros a su limpieza con ahínco.

 

Sadhana en la Montaña (J.A. Martinez)